viernes, 12 de abril de 2013

La República Española o la Monarquía Republicana que han de venir



Estos días se conmemoran los 82 años de la proclamación de la Segunda República Española. Como cada año muchos/as se apuntan al carro republicano arrimando el ascua a su sardina, cuando en otros tiempos o en otros momentos del año no tienen tan presente la conciencia o memorias republicanas.

En los últimos tiempos, debido a los numerosos casos de corrupción y escándalos económico-sentimentales de los miembros de la familia real española, han sido muchos/as los/as que se han indignado también con la corona. Atrás quedaron aquellos años en los que la prensa decía que en España la Monarquía era modélica, ejemplar y ejemplarizante en sus actos. Años aquellos en los que muchos/as ya defendíamos la transparencia y la libertad de expresión en los temas referidos a la casa real.

Indignas nos parecían las informaciones que medios extranjeros publicaban sobre las actividades económico-sentimentales de los miembros de la familia real o sus intermediarios/as o intermediaciones frente a terceros/as, así como la total desinformación y opacidad que existían sobre las actividades de la familia real en España.

Los años de opacidad han servido para agravar más aún la debilitada imagen de la monarquía, en estos tiempos en los que la información está en manos del común de los mortales. Tantas y tantas veces con motivo de la crisis, los ajustes, los recortes en servicios públicos y derechos hemos oído la falsa y ofensiva afirmación de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” , que muchos/as entendemos que si para privarnos del Estado de Bienestar este argumento ha servido, ha de servir también para justificar que “Hemos tenido una Familia Real por encima de nuestras posibilidades”. En gran medida y sin lugar a dudas gracias al apoyo y el velo de silencio que los dos grandes partidos PP y PSOE han aplicado a este asunto.
Ahora en los tiempos que la ciudadanía ha sido consciente de los despropósitos de los miembros de la familia real, de sus líos, de sus influencias, de sus turbias relaciones económico-sentimentales, muchos se han dado cuenta de que la carga de la crisis también tiene que ser llevada por la Jefatura del Estado.

En las Juventudes Socialistas como en sus estatutos figura han defendido y defienden la república como la forma de gobierno mejor representaría los intereses que defiende el proyecto socialista. Durante años hemos oído el falso argumento, también dentro del PSOE, de que “tenemos un rey o una monarquía muy republicanos” y con ello han silenciado otras voces mucho más críticas con la institución.

Con la Constitución anacrónica y obsoleta que tenemos y base al sagrado consenso de la Transición, ni de lejos los partidos PSOE y PP han querido oír hablar de una modificación o una regulación del funcionamiento de la Jefatura del Estado. Otorgando al monarca algunas atribuciones que debieran residir SIEMPRE en las Cortes, como es el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, estos mismos partidos no han tenido problemas en hacer reformas constitucionales de muy amplio calado sin el refrendo popular, como ha sido la reciente reforma en materia de déficit.

Es momento de borrar de una vez por todas las huellas y restos que el franquismo dejó manchando nuestra Constitución. Ahora con la presión de la calle, parece ser que los partidos mayoritarios han decidido hacer algún movimiento en el sentido de la transparencia, siempre claro a remolque y previa aprobación de la Casa Real, de modo que siguen comportándose como siervos y no como legítimos representantes políticos de la Soberanía Popular.

Probablemente resulte complicado o no oportuno en estos momentos de crisis plantearse una catarsis del sistema monárquico, pero no debiera impedir a los partidos, especialmente al PSOE, poner encima de la mesa una alternativa democrática y republicana al actual sistema corrupto, corrompido y obsoleto. La obligación moral, histórica y de responsabilidad debe obligar al PSOE a trazar una ruta Democrática y una Transición Pacífica que limpie el enfermo sistema actual y de paso un nuevo período Democrático Limpio de Corrupción y Transparente. Si el PSOE no elabora esta alternativa responsable tarde o temprano podemos vernos inmersos en un enfrentamiento civil de consecuencias impredecibles. No sirven operaciones de maquillaje, porque la ciudadanía está harta muy harta de ver como unos/as viven rodeados/as de lujos con el dinero público, el de todos/as, mientras otros/as pasan hambre en España.

Desde sectores monárquicos se solicita al Rey la abdicación como el único camino para salvaguardar la monarquía. Pero debemos ir más allá, al menos a medio plazo, por ello debería ser tiempo de empezar a regular con transparencia todas las actividades de la Casa Real, sus obligaciones y su justificación de cuentas. El control parlamentario ha de llevarse a cabo desde el primer hasta el último céntimo que se gasta en la Jefatura del Estado, deben ser públicas todas cuentas, las inversiones, el patrimonio, los bienes y derechos de los que son titulares. En su caso, deberían incorporarse al Patrimonio Nacional aquellos bienes cuyo mantenimiento o gestión está siendo llevado a cabo con fondos públicos a través de los diferentes Ministerios, la gestión económica de la Casa Real ha de ser llevada por un alto funcionario y controlada por el Tribunal de Cuentas, así como el refrendo periódico del sistema monárquico.

Una vez reguladas todas las actividades y funcionamiento controlado por las Cortes, el actual Rey debería ser cesado o abdicar. En ese momento el nuevo rey debería ocupar un cargo equiparable al de un funcionario y su refrendo debería producirse por votación popular por el período que se regule previamente, en caso de no obtener el respaldo mayoritario, las Cortes deberían ser disueltas y convocadas unas Cortes Constituyentes.

Ese debería ser un camino que aporte una solución a la actual crisis institucional, política y económica, la catarsis ha de producirse en todos los ámbitos, siempre dentro de una legalidad que debería adaptarse a los cambios que se pretendan y aquí el PSOE tendría mucho que decir, ya que ha gobernado en España durante el mayor tiempo de este período democrático y una parte de sus bases le reclamamos movimientos democráticos claros hacia un modelo republicano.

  Felices Días Republicanos y esperemos un pronto advenimiento de la III República de forma Pacífica y Democrática.

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