jueves, 7 de febrero de 2013

Listas abiertas, ¿Cómo, Cuándo y Dónde?

Nuevamente vuelve a cobrar actualidad, una vez más, el tema de las listas abiertas, como paradigma de transparencia, libertad y control por parte de los/as ciudadanos/as .  El asunto daría para escribir largo y tendido sobre las diferentes formas de elección de representantes públicos/as. Podríamos decir que existen tantos modelos como personas que razonan al respecto y existirían tantos inconvenientes en uno y otro sentido, que al final podríamos llegar a la conclusión de que no hay que cambiar nada. Como no podía ser de otra manera tengo la mía y voy a tratar de explicarla detalladamente, para el partido que representa mis ideas el PSOE.

En primer lugar, me gustaría distinguir dos aspectos en la elección de representantes públicos/as : uno previo de carácter interno de los partidos y otro externo o común al resto de partidos. El modelo que defiendo es de listas abiertas y desbloqueadas para la elección de los órganos internos de los partidos y candidaturas electorales. Y por otro lado, listas desbloqueadas en el proceso de elección de los/as diputados/as.

Carácter Interno

Comencemos por el paso previo e imprescindible dentro de los partidos, de modo que demos respuesta a la archicacareada apertura de los partidos, transparencia y cercanía a la realidad de la sociedad en la que vivimos.  Aspecto clave es el orden de celebración de Congresos  de modo que debería comenzarse por la renovación de los órganos más cercanos a la sociedad (agrupaciones) y concluir con un Congreso Federal, al que se llegue después de amplios debates entre las bases del partido.

Para garantizar la libertad de elección y de candidaturas, sería conveniente que existiese un período de presentación de candidatos/as a formar parte de los órganos internos del partido, delegaciones para congresos o de las listas electorales. De modo que quede de manifiesto qué personas están dispuestas a representar al partido en las diferentes responsabilidades. Cada candidato/a dispondría de un período a determinar para exponer sus propuestas para el puesto al que aspira o a defender su candidatura, de modo que los/as electores/as sepan en todo momento a quién votan, por qué lo/a votan y exista un compromiso y responsabilidad personal del representante respecto a los/as representados/as.


A partir de este abanico amplio de candidaturas autoproclamadas se conformaría la lista que determine bien los/as miembros de los órganos internos o bien las personas que integrarían la delegación a un determinado congreso de ámbito superior.  Una vez hecho el escrutinio quedarían designados/as bien los/as delegados/as o bien los/as miembros de la dirección. Correspondería a la persona que ocupe la secretaría general el reparto de responsabilidades entre las personas que componen la dirección.

Un dato fundamental es determinar quiénes participarían en esta elección. En este punto, considero que en la elección de los órganos internos del partido y a los/as delegados/as a Congresos deberían participar las personas que compongan el censo de militantes y simpatizantes.  Así los órganos del partido representarán siempre la pluralidad de opiniones de las personas comprometidas con el proyecto de partido y actuarán como órganos colegiados donde no se impongan mayorías, que silencien a las opiniones críticas. En definitiva, serán un fiel reflejo de las personas que componen el conjunto de la organización.

Respecto a las candidaturas a representantes públicos/as el abanico de electores debería ser ampliado, dado que los/as diferentes candidatos/as aspiran a representar al conjunto de la sociedad. Y ¿Quiénes podrían participar en la votación de candidatos/as? Las personas que previamente hayan manifestado su intención por escrito y previo pago de una cantidad simbólica, que disuada a posibles manipuladores/as de las listas y que involucre a un espectro más amplio de la sociedad que comparte los postulados del partido.

De esta votación saldría la lista que represente al partido en los comicios. Respecto al orden en la lista sería de acuerdo al número de votos obtenidos y en caso de empate al orden alfabético.

 Carácter Externo

Si en algún momento conseguimos llevar a cabo una reforma en el sentido del apartado anterior, habríamos dado un paso hacia delante importantísimo y transcendental hacia la apertura de los partidos, la participación de la ciudadanía en los mismos y habríamos atajado el preocupante lastre de la desafección.

En este momento dispondríamos de unas listas confeccionadas por un partido cuyos órganos han sido elegidos libremente por sus militantes y simpatizantes y compuestas por personas que han recibido el respaldo mayoritario del espectro de la sociedad que ha decidido libremente participar en la elección de candidatos/as.

¿Y ahora como trasladamos esta democracia interna a los comicios? La respuesta está en las listas desbloqueadas, aspecto complicado de definir.

Existiría la posibilidad de hacer una papeleta similar a la que actualmente se utiliza para el Senado, donde aparezcan las diferentes candidaturas y los/as electores/as puedan marcar qué personas quieren que les represente en el ámbito que se produzca la elección, independientemente del  partido al que pertenecen. Aunque dado que estamos en pleno siglo XXI deberíamos plantearnos la implantación de un voto electrónico generalizado que ofrece unas prestaciones más amplias que la clásica papeleta.

En definitiva, queda mucho camino por hacer, muchas propuestas que debatir, pero es necesario abordar de una manera rápida las reformas necesarias dentro de los partidos, que nos lleven a conseguir una modernización del sistema y una implicación y control por parte de la ciudadanía, que nos permita acabar con muchas prácticas poco éticas, arbitrarias o abusivas que actualmente se están cometiendo y que nos llevan a la desafección y la negación de las bases sobre las que se asienta nuestro modelo Democrático.

Hoy más que nunca debemos cambiar las paredes de los partidos por paredes de cristal que no permitan la duda o alimenten los planteamientos antidemocráticos que se están cociendo en las calles, el fantasma del totalitarismo puede acechar en cualquier momento y debemos estar preparados para una respuesta Democrática contundente.
  

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